Para que una empresa consolide sus ventas , una de las primeras alternativas es identificar clientes potenciales, así como comprender sus necesidades, saber lo que buscan y lo que realmente necesitan. La satisfacción del cliente es uno de los términos más utilizados en el área de marketing, cuyo objetivo es medir los productos o servicios que pondrá a disposición una empresa y que cumplirán o superarán las expectativas del consumidor interesado.
Los tipos de clientes determinan el comportamiento de su consumidor a la hora de elegir una compra. Es un error pensar que todos los clientes son iguales y que tener una respuesta estándar para todos los que ingresan a tu tienda es la forma de cerrar una venta. No tiene sentido ofrecer un producto o servicio de calidad si no es el producto adecuado para cualquiera que posiblemente se ponga en contacto con su empresa.
En realidad, la fórmula es similar para todos: buscar conocer las necesidades del consumidor, además de ofrecer una solución certera, que añada valor y sea capaz de resolver sus problemas.
Asimismo, las formas de lograr tales objetivos son tan diversas como las personalidades humanas. Conocer los diferentes tipos de clientes es el primer paso hacia una venta exitosa. Cuando comienzas a comprender cómo funciona tu público objetivo, aumentan las posibilidades de tener una comunicación eficiente y persuasiva.
Para que esta sea la realidad de tu organización, conoce algunos tipos de clientes y cómo actuar con cada uno de ellos, porque de esta manera, eres capaz de retener y ganar nuevos consumidores apasionados por tu marca.
Tipos de clientes
Comprender el perfil de cada cliente es importante, no solo para que desarrolles estrategias cada vez más eficientes para retenerlos y conquistarlos, sino también para que tu equipo comercial sepa cómo deleitarlos en el día a día ofreciéndoles Dales lo que realmente necesitan para hacerles la vida más fácil.
A continuación, consulte cada uno de los perfiles de clientes existentes y cómo usted y su equipo deben comportarse frente a ellos.
1 – El amante de la marca
Esta persona tiene una gran admiración por la marca y lo indica en su círculo de amigos. Atender a este tipo de cliente es un placer para el vendedor, aunque también es una responsabilidad, motivo que requiere una mayor preparación y atención diferenciada.
En este caso, la empresa tiene un gran aliado y puede estipular algunas acciones para fidelizarla aún más. Con ello, se garantiza que sigue compartiendo una imagen positiva de la marca con otras personas, principalmente en su vida social así como en sus redes sociales, las cuales pueden cubrir un amplio alcance.
Entonces, otórguele beneficios para mejorar aún más su experiencia y asegurar su lealtad.
2 – El colaborador
Este es el cliente que colabora con el crecimiento del producto o servicio, dando sugerencias e ideas para la mejora de procesos. Siempre que sea posible, expone críticas con el fin de aportar mejoras a sus productos y servicios.
La empresa siempre debe tener en cuenta a este cliente, ya que puede ayudar mucho en la evolución del negocio. Así que muestra siempre interés en los comentarios y mantén una relación rentable, esto te animará a seguir contribuyendo.
3 – El decidido
Este cliente ya tiene una gran idea sobre el producto o servicio que ofrece. La mayoría de las veces, ya ha investigado las opciones de la competencia y generalmente está listo para cerrar la venta. Solo esperas algún tipo de diferencial para tomar tu decisión.
El consejo aquí es saber escucharte, no demoras en el proceso de venta y ser útil. En cuanto te acerques a él, ten confianza y firmeza en tus argumentos, habla solo de lo necesario y refuerza los puntos positivos de tu producto, haciendo pequeñas y rápidas demostraciones, si es posible.
4 – Los indecisos
Es el tipo de cliente que requiere más atención, amabilidad y paciencia por parte del vendedor. Esa persona quiere más información sobre el producto o servicio ofrecido, a veces lo sabe, pero muestra inseguridad para realizar la compra, por lo que depende de quién está ofreciendo identificar qué necesita este comprador.
Para atenderlo, es necesario hacer algunas preguntas sobre lo que está buscando y buscar presentar las mejores opciones que la empresa ofrece actualmente.
5 – El confundido
Este cliente no sabe muy bien lo que quiere o no sabe cómo expresarse. En este caso, la salida es instigarlo a averiguar cuál es su verdadera necesidad. Intenta forzar un poco tu elección, delimitando algunas opciones, porque cuando reduces las alternativas, la tendencia es que él termine eligiendo al fin.
Trate siempre de argumentar de manera persuasiva y con el fin de mostrar seguridad para el cliente, con la intención de que éste formalice la compra y principalmente que no vuelva a realizar un posible intercambio por insatisfacción en su adquisición.
6 – Los ansiosos
Este tipo de cliente es agitado e impaciente, se identifica fácilmente, ya que no se lleva bien con la fecha de entrega, busca atención inmediata y tiene dificultades para cumplir con los plazos, aunque conozca todas las condiciones a la hora de comprar servicios y productos.
Es fundamental en este servicio ser paciente con este tipo de cliente, buscando hacer preguntas rápidas y no demorar el proceso de venta, además de ser práctico y objetivo a la hora de demostrar el producto. Vaya directo al grano y acelere la venta.
Entonces, en este tipo de venta sea solícito, pero no ceda. Aclare bien la información sobre las fechas, tantas veces como sea necesario, demuestre voluntad de agilizar y en ningún caso garantice nada que no esté seguro de poder ofrecer.
7 – El de buen humor
Este cliente es animado, relajado y amigable, y a menudo es muy querido por los vendedores. Sin embargo, el asistente debe tener cuidado de no confundir estas características con las ventas garantizadas. Trate siempre de comprender sus intenciones de compra de manera ágil y objetiva y presente las cualidades del producto o servicio, ya que esto le ayudará en la probable negociación.
Siempre con animación, este tipo de persona interesada busca SAC de manera amigable, incluso cuando está en problemas. Para cautivarlo, basta con ser amable y positivo, en la medida justa, claro. Cabe señalar que el objetivo debe ser la asistencia, por lo que el asistente no puede distraerse ni abrirse a bromas.
8 – Lo no comunicativo
Este tipo de cliente no entabla conversación con el vendedor, es un verdadero misterio para quienes lo atienden, lo que complica el proceso y requiere mayor atención a sus expresiones y gestos, para entender lo que necesita.
Este cliente puede guardar silencio por varias razones. Es necesario entender cómo comunicarse con él, incluso antes de dejar de hablar. El desafío en este caso es interpretar tu silencio y luego intentar “ponerte palabras en la boca”, es decir, poder entender incluso tu lenguaje corporal, para una posible formalización de la venta.
9 – El atento
A este consumidor le gustan los detalles, hace muchas preguntas y escucha atentamente lo que el operador tiene que decir, cuestiona, pregunta y discute mucho. La mayoría de las veces, suele exigir un buen servicio del vendedor, con argumentos y coherencia en sus palabras. No intente engañarlo, ya que probablemente sepa tanto o incluso más que usted sobre su producto. El consejo es ofrecer un discurso minucioso, sin prisas, con toda la información que necesite, cuidando inconsistencias e imprecisiones, para no cometer errores, lo que imposibilita el resultado positivo de la negociación.
10 – Desatento
Se refiere al cliente que llega a la tienda preocupado por una pregunta que no concierne a su producto y, por tanto, no está atento. Puede encontrar varias versiones de este tipo de cliente. El que, por ejemplo, escucha tu información mientras está en el celular, razón que imposibilita prestar atención a lo dicho. También hay alguien que viene a comprar con sus hijos, que recorren el espacio de un lado a otro llamando su atención.
En este caso, le toca al vendedor tener mucha paciencia y a diferencia de otro tipo de clientes, con este no se debe ahondar en las explicaciones y mucho menos en las opciones que ofrece la tienda, lo que garantizará una rápida, práctica y alta posibilidad de negociación. finalización de la venta.
El interesado en vender debe comprender el lado del cliente, independientemente de la causa de la falta de atención, siendo paciente a la hora de repetir la información, si es necesario. Para simplificar la vida de ambos, establezca un límite en la oferta de la cantidad de opciones de productos que se presentarán, para no confundirlo. Asegúrese de llegar a la necesidad real del consumidor y resalte eso.
11 – Que ganga
Este tipo de persona busca ventajas, descuentos y ofertas diferenciadas exclusivas para él. Es el cliente negociador, que no se rendirá hasta que le extraiga todo lo que pueda, ya que regatear es su especialidad.
Es fundamental que el asistente tenga tranquilidad y escuche atentamente su discurso, a fin de garantizar argumentos para negociar. Prepárate para defender tu producto, ofreciendo ventajas únicas, como alternativas a los plazos de pago y resolviendo el problema del comprador. Y siempre que sea posible dar el descuento déjelo para el final de la negociación para que no haya más “llantos” por parte del interesado.
12 – El escéptico
Este cliente sospecha y exige una atención especial por parte del vendedor. Las demostraciones y ejemplos sobre el producto o servicio, así como las pruebas y argumentos son una excelente forma de garantizar la compra, a pesar de requerir un buen conocimiento de todo su discurso.
Generalmente este tipo de personas son extremadamente exigentes y no creen en nada que no puedan atrapar o ver. Puede resultar estresante y complicado de manejar, pero la tendencia es que tu empresa evolucione con lo que pueda surgir. Asegúrate siempre de mostrarle todas las opciones y dejar claro que el cliente no está trayendo un producto de mala calidad o que tiene valores altos en comparación con otros.
13 – El enojado
Este tipo de cliente tiene un discurso amenazador y suele ser impaciente e inflexible en la negociación. Siempre tendrás una buena respuesta para responder, en contra de discutir lo que se dijo. El vendedor debe ser firme, cortés y presentar soluciones viables para resolver el problema de la persona interesada.
Mantén firmes tus palabras y deja claro que el producto es de origen, así como de calidad, con el objetivo de no alargar el espacio de discusión.
14 – La competencia
Este es el cliente que suele terminar optando por comprar en la competencia. Este perfil suele recopilar toda la información esencial para finalizar la compra, con respecto a su producto, el producto de la competencia, pros y contras e incluso reseñas online sobre su marca.
En definitiva, si el objetivo es convencerte de consumir tu producto / servicio, no tiene sentido ofrecer más información, él ya tiene todo lo que necesita. Por eso es importante seguir demostraciones breves y utilizar ejemplos prácticos para ilustrar la información.
En este caso, vale la pena hacer una valoración sobre los motivos que le llevaron a elegir otra organización, ya que es posible que en la negociación refuerce los motivos de haber optado por adquirir el producto o servicio de otro proveedor, con el fin de perfilar medidas para revertir esta situación.
Aprenda a tratar con todo tipo de clientes
Entonces, debe haber reconocido ciertos tipos de clientes en nuestro texto, ¿verdad? ¿Conoce bien su perfil de cliente? ¿Sabes a qué audiencia llega tu producto? ¿Agregarías más? Es normal que uno u otro ejemplo genere un poco más de dolor de cabeza. Sin embargo, si no los conoce a todos, ¿cómo venderá su producto a cada uno?
No hay forma de predecir qué tipo de clientes vendrán, pero es factible prevenir e idear métodos para atender bien a cada uno. Sin embargo, aprender a trabajar con ellos requiere tiempo y un enfoque en comprenderlos. Para ello, contar con un centro de relación con el cliente, invertir en herramientas y personas con la cualificación adecuada, tanto para identificar el perfil como para establecer una fidelización futura.
En esta perspectiva, otro factor relevante para el crecimiento de una empresa es el retorno que pueden brindar los clientes, el famoso feedback, que facilita el descubrimiento de lo que quiere el consumidor.