Para que las organizaciones empresariales tengan resultados satisfactorios y crezcan de manera segura, es esencial elegir un modelo de gestión que satisfaga las necesidades del negocio. Existen varios modelos de gestión, cada uno dirigido a gestionar con excelencia las empresas más diversas del mercado.
Hoy, quiero hablar sobre dos modelos de gestión que pueden contribuir positivamente al crecimiento y al éxito de su empresa. Modelos que contribuirán al éxito de los procesos internos y externos, además de garantizar otros beneficios para su empresa. ¿Y qué modelos son estos? ¡Eso es lo que te voy a decir ahora, querida persona!
Organización orgánica: qué es y sus principales ventajas
Cuando hablamos de una organización orgánica, estamos hablando de una empresa que ha adoptado un modelo de gestión centrado en el desarrollo humano. Este tipo de gestión está indicada para empresas que se enfrentan a una alta competitividad y cambios constantes en el mercado en el que operan.
Las empresas que adoptan esta organización orgánica deben tener un sistema de decisión descentralizado, así como una jerarquía flexible. Una de las principales ventajas de este modelo de gestión orgánica es su potencial para desarrollar habilidades importantes de sus profesionales, ya que el enfoque de este modelo está en las personas. Este tipo de modelo permite a sus empleados experimentar nuevas experiencias profesionales, experiencias que contribuirán de manera saludable y positiva a sus carreras. Esto hace posible que los gerentes descubran nuevos talentos dentro de la organización y, por lo tanto, piensen en acciones y estrategias innovadoras para sus negocios.
Otra ventaja de la organización orgánica está en su comunicación. Permite que la comunicación interna sea más informal y confiable. Este modelo de gestión asegura una mayor interacción entre las personas precisamente porque se guía por buenas relaciones interpersonales.
Organización mecánica: qué es y cuáles son sus principales ventajas
Para las empresas que se ocupan de grandes producciones y con plazos bien definidos, el modelo de gestión mecanicista puede ser el más adecuado. Las empresas que trabajan con la producción en serie, como impresoras, industrias, fabricantes de automóviles, son algunos buenos ejemplos de empresas que pueden adoptar la organización mecanicista para tener una gestión eficiente, segura y compatible con sus negocios.
A diferencia de otros modelos de gestión, como el orgánico, mencionado anteriormente, la organización mecanicista se centra en los resultados obtenidos. Una de las principales ventajas de la gestión mecanicista es la agilidad en la ejecución de las tareas. Además, la gestión mecanicista garantiza la precisión en la realización de estas mismas actividades. Esto asegura que la producción se realice con excelencia, minimizando riesgos y fallas en el proceso.
¿Cuál de estos modelos es el mejor?
La respuesta a esta pregunta es algo muy particular. Después de todo, cada compañía tiene sus propias características y necesidades, de tal manera que es impracticable señalar el mejor o el peor modelo. Idealmente, cada gerente debe responder a esta pregunta en función de lo que saben sobre su propia empresa.
Una buena manera de encontrar la respuesta a esta pregunta es analizar las estructuras de la organización empresarial. Comprenda cómo funcionan los procesos y cuál de estas formas de organización satisface mejor las necesidades de la empresa.
Otra forma es hablar con empleados, líderes y gerentes para obtener retroalimentaciones específicas sobre necesidades y puntos de mejora. Escuchar lo que cada una de estas personas tiene que decir es fundamental para que la elección sea positiva. Ábrase a las propuestas e ideas que puedan surgir.
Vale la pena decir que esta no es una decisión que se debe tomar rápidamente. La implementación de esta organización tampoco es algo que debe hacerse de manera ágil. Este es un proceso que requiere estudios, análisis y diálogos. Por lo tanto, es importante que las personas involucradas en este proceso de implementación sean cuidadosas, cautelosas y pacientes para que la organización, ya sea mecánica u orgánica, tenga una implementación exitosa.