Private Label es un tipo de outsourcing de producción, en el que una empresa contrata a otra empresa para desarrollar un servicio o producto bajo su nombre.
La etiqueta privada en Brasil puede ser conocida como etiqueta privada . También está relacionado con el mercado de crédito al consumo, en forma de tarjetas de marca privada emitidas por compañías financieras bajo el nombre de una marca minorista.
En el sector textil, la práctica de la etiqueta privada es común. Ocurre cuando una cadena minorista, como Lojas Renner o Zara, contrata a otras compañías para producir su ropa, agregando solo la etiqueta (en inglés, etiqueta). En la práctica, estas cadenas minoristas no operan en la producción directa de sus productos, sino que cumplen las etapas de diseño de la colección y, posteriormente, de marketing y gestión de marca. La ventaja de la etiqueta textil privada es la posibilidad de lanzar una marca en el mercado sin la necesidad de tener un parque industrial.
Las tarjetas de crédito de marca privada son una solución financiera que surgió en Brasil en la década de 2000 para reemplazar los sistemas de crédito al consumo. Las cadenas de tiendas ahora ofrecen a sus clientes una tarjeta de crédito con su nombre, pero emitida por una institución financiera. Estas tarjetas de marca privada se utilizan para ofrecer crédito en la cadena minorista y están dirigidas a un público de bajos ingresos.
Recientemente, las tarjetas de marca privada han sido reemplazadas por el sistema de marca compartida, en el cual la institución financiera emite una tarjeta de crédito común, como Visa o Mastercard, y es aceptada en cualquier establecimiento comercial que opera estas marcas. Un ejemplo son las tarjetas Bradesco Smiles, en asociación con Gol Linhas Aéreas e Itaú Pão de Açúcar.
El concepto de marca propia fue introducido en Brasil por cadenas de supermercados, como Carrefour y la cadena Wal Mart. Estos grandes minoristas comenzaron a ofrecer productos bajo su marca y a precios competitivos, como una estrategia de marca y para aumentar la mezcla de productos en los estantes. Esta actitud alentó al mercado de marcas privadas en Brasil, y cada vez más minoristas buscan estos modelos de negocios subcontratados.