El cerebro humano es como una computadora con dos sistemas operativos trabajando en paralelo y virtualmente independientes. Uno de estos sistemas, la atención superior, se caracteriza por trabajar de forma calculadora y en silencio para llegar a las respuestas necesarias para el éxito del conjunto. La menor atención, en cambio, es el segundo sistema que opera enfocado a realizar determinadas acciones por imposición, eliminando el sesgo de la acción involuntaria.
El funcionamiento de dos mentes en una
¿Cuántas veces ha tenido una visión poderosa para resolver un problema complejo, con la impresión de que no ha hecho ningún esfuerzo por obtener la respuesta? Aunque alimenta la vanidad creer que solo la creatividad dio lugar a la solución del problema, es interesante notar que su mente siguió trabajando en el tema entre bastidores. Por lo tanto, no fue una respuesta que surgió de la nada, solo una solución esbozada a partir de una colección de datos analizados por su subconsciente.
Todo este trabajo mencionado se refiere a la forma en que funciona la atención superior, una parte de la mente humana está en silencio, calculando únicamente las respuestas a los más variados problemas. Sin embargo, cuando el foco está en realizar una actividad planificada, como prestar atención a una clase, por ejemplo, es la atención menor la que se activa. Los dos tipos de atención tienen diferentes objetivos, uno aprovecha al máximo todo el potencial de la mente, mientras que el segundo contribuye a la realización asertiva de más de lo mismo.
La estructura de trabajo de la mente.
La atención superior suele quedarse en el fondo de la mente, y se va de allí debido a algún estímulo. Gran parte de la estructura de trabajo del cerebro vinculada a una mayor atención se encuentra en el circuito subcortical que va desde la parte inferior y luego llega al neocórtex que forma las capas superiores del cerebro.
Según los estudiosos del funcionamiento de la mente humana, este movimiento de abajo hacia arriba se llama “hacia arriba” o “de abajo hacia arriba”. Por otro lado, existe la actividad neuronal que impone sus objetivos en la mente, llamándose “descendiente” o “de arriba a abajo”. Realmente hay dos mentes trabajando en paralelo.
Atención superior e inferior: ¿cuáles son las diferencias?
A continuación comprobarás dos listas de características, una de la atención superior y la otra de la atención inferior, para que sea más fácil realizar una comparación entre ellas.
Atención superior (hacia arriba o hacia abajo)
En la siguiente lista, puede ver cuáles son las características relacionadas con la atención superior o el movimiento ascendente de la mente.
Rápido: la mente ascendente es más rápida para realizar el procesamiento de la información, puede obtener respuestas en milisegundos.
Funcionamiento automático: permanece siempre encendido, su funcionamiento ocurre de forma automática e involuntaria.
Intuitivo: para llegar a soluciones a los más variados problemas, crea una red de asociaciones, teniendo una acción más intuitiva.
Impulsivo: el movimiento ascendente se puede mover por la forma en que las acciones actúan sobre el individuo.
Planificador del día a día: depende de la mente ascendente mantenernos realizando las más variadas actividades de rutina. Ella es la administradora de nuestros modelos mentales.
Menor atención (hacia abajo o de abajo hacia arriba)
Echa un vistazo a las características más llamativas de la menor atención
Menos velocidad: la mente descendente trabaja a un ritmo mucho más lento que la ascendente.
Voluntario: los pensamientos que determinan una acción se originan en la mente descendente.
Esfuerzo: ciertamente este deseo de imponer tu voluntad contribuye a que la mente descendente se esfuerce más que la ascendente.
Búsqueda de autocontrol: la sed de autocontrol provoca que algunas emociones se anulen, de manera que las acciones por impulsos disminuyan y se puedan superar rutinas automáticas.
¿Cuáles son las principales diferencias entre los dos tipos de atención?
El punto de diferencia más sensible entre los dos tipos de atención es el hecho de que el ascendente está relacionado con actividades impulsivas o rutinarias, asumiendo un sesgo más reflexivo, mientras que el descendiente está vinculado a elecciones intencionales e impulsado por la fuerza de voluntad. Cuando decides concentrar toda tu atención en la explicación de un tema por parte de un profesor o un libro que estás leyendo, estás haciendo un movimiento mental descendente.
Depende de usted cómo dirigir su mente hacia un tema en particular. A su vez, el sistema bottom-up demuestra ser multitarea, no manteniendo el foco en una sola pregunta, todos los estímulos del entorno son considerados e incluidos en la ecuación por la búsqueda de una respuesta. La mente ascendente analiza todos los datos que la rodean antes de presentar conscientemente lo que considera más relevante.
La ponderación hecha por la mente descendente toma más tiempo y considera un elemento a la vez. Los análisis se hacen con mucha más profundidad para llegar a una respuesta más pertinente de lo que es realmente interesante. Al comprender cómo se toman las decisiones de nuestra mente, queda claro que, aunque parezca algo simple, el funcionamiento mental tiene varias operaciones sucediendo todo el tiempo, la mayoría de ellas resultado de movimientos ascendentes.
Mente descendente: el personaje secundario que cree ser el protagonista
Algo curioso de darse cuenta cuando se hace un análisis más detallado de la forma en que funciona la mente humana, es identificar que muchas de las elecciones de enfoque que parecen haber sido tomadas por la mente descendente son, en realidad, el trabajo de las acciones entre bastidores de la mente ascendente. Algunos estudiosos utilizan la siguiente metáfora para explicar esta relación: es como si la mente descendente fuera un adjunto que seguramente será el protagonista.
El verdadero protagonista (mente ascendente) toma las decisiones y toma las decisiones, sin embargo, deja que la mente descendente se lleve el mérito. En muchas situaciones, la gente está segura de haber tomado una decisión directa sobre algún tema para tomar la decisión de centrarse en la concentración, pero en realidad esto es solo una respuesta al trabajo de su sistema de abajo hacia arriba.
Dos mentes y la evolución del ser humano
Para aclarar el papel que tienen la mente ascendente y la mente descendente, es interesante retroceder en el tiempo, hace millones de años para ser más exactos. Inicialmente, los primeros seres humanos solo tenían los circuitos ascendentes para poder tomar decisiones más rápidamente, usando el pensamiento a corto plazo y usando su impulso. Este mecanismo favoreció el mantenimiento de la vida humana en situaciones más hostiles.
Los sistemas descendientes tienen solo unos pocos miles de años y se agregaron más tarde. Entre los beneficios que ofrecen al modo de vida del ser humano se encuentran: el desarrollo de la autoconciencia y la capacidad de planificar , decidiendo cuáles son las medidas más relevantes a tomar. La posibilidad de dirigir el enfoque mental posibilita tener una herramienta de gestión cerebral.
Por ejemplo, cuando está molesto por hacer una tarea repetitiva frente a la computadora y dirige sus pensamientos a caminar en un día soleado. Al hacer este desvío deliberado, le está proporcionando a su mente una sensación de alegría que no existe en la tarea actual, pero que está en algún lugar de su conciencia. También es una herramienta de preparación para alguna actividad importante, como cuando vas a servir en un partido de voleibol y repasar mentalmente los movimientos necesarios, haciendo que tus dendritas y axones se conecten, empleando más fuerza en la tarea.
Las dos mentes y la vida moderna
El sistema ascendente ha cumplido muy bien su cometido a lo largo de la prehistoria humana, sin embargo, hoy en día, es posible darse cuenta de que existen algunas cuestiones en las que esta forma impulsiva de actuar no funciona muy bien. El hecho de que la mente haya sido equipada con el peso más arrastrador de la mente descendente nos hace reflexionar sobre su utilidad, es decir, la necesidad de deliberar más sobre algo antes de tomar una decisión.
El mundo actual, lleno de posibilidades, hace que la capacidad de evaluar cada elemento, uno a uno, sea más relevante. A algunas personas les resulta difícil pagar sus facturas por comprar impulsivamente, por ejemplo. Este es un caso en el que la acción más activa de la mente ascendente causa un gran daño. Hay muchas situaciones en las que es interesante vivir la vida de arriba hacia abajo, evitando el daño de las actitudes rápidas y de bajo peso.
Modo de ahorro de energía
Quizás, se esté preguntando si es tan importante reflexionar más. ¿Por qué el cerebro humano permite que el sistema ascendente domine en tantos casos? La respuesta es simple y, en cierto modo, impactante, es un sistema enfocado al ahorro energético. El sistema bottom-up te permite tomar decisiones con mayor rapidez, con el fin de alcanzar resultados satisfactorios en poco tiempo.
Tanto el sistema ascendente como el descendente distribuyen las tareas para que el cerebro pueda desempeñarse con mayor facilidad y sin tener que dedicar mucho tiempo a hacer consideraciones. Cuanto más se da a conocer una rutina en la mente, más pasa de ser descendente a ascender.