La demografía es un área bien conocida de las ciencias sociales que estudia la dinámica de la población. Busca comprender, por ejemplo, cómo, cuánto y dónde crecen las poblaciones.
Dentro de este campo de estudio, las teorías se utilizan para describir de qué formas podría ocurrir esa dinámica. Estas teorías demográficas han sido durante mucho tiempo parte de las discusiones sobre cómo las sociedades interactúan, crecen y se desarrollan. Conozca los principales en los temas siguientes.
Teoría maltesa
Thomas Malthus (1766-1834) fue un clérigo y economista inglés que se hizo conocido por su teoría malthusiana, idea presente en su obra “Ensayo sobre el principio de población” de 1798.
Sus supuestos pusieron en duda la capacidad de la producción de alimentos para seguir el ritmo del crecimiento de la población. Para él, estos dos componentes crecerían de diferentes formas: la población en una progresión geométrica y la producción de alimentos en una progresión aritmética. Se puede ver un ejemplo en la siguiente imagen:
En el contexto histórico, en ese momento se inició una era liberal y la Primera Revolución Industrial estaba en marcha, al mismo tiempo que la mayoría de la gente aún vivía de la agricultura familiar. Posteriormente, se producirían cambios socioeconómicos que influirían en el crecimiento de la población.
Malthus fue uno de los que veía el escenario futuro con pesimismo, relacionando el aumento del patrimonio familiar con una mayor reproducción. En cierto nivel, el nivel de vida dejaría de evolucionar debido a la “trampa maltusiana”, momento en el que el crecimiento de la población se ve limitado por la cantidad de recursos disponibles.
La explicación maltusiana es que más personas no agregarían más productividad a la economía debido a la ley de rendimientos decrecientes. Una vez más, el nivel de vida de las familias se reduce y ya no tienen tantos hijos. Además, según sus teorías, el crecimiento de la población se vería interrumpido por calamidades como el hambre, las guerras y las enfermedades.
Afortunadamente, el economista se equivocó. Sus ideas no incluyeron el surgimiento de tecnologías y la mejora de la productividad en el campo, evitando el colapso de sus predicciones.
Teoria Neomalthusiana
Los neomalthusianos son pensadores que recurren a la vieja teoría de Malthus para explicar una crisis que evitaría el crecimiento de la población más allá de cierto nivel.
Estos teóricos justificaron que la oferta de mayores recursos a la población generaría mayores gastos para los gobiernos, dejando menos recursos en áreas donde podría haber crecimiento económico. Otros, como el investigador Paul Ehrlich, argumentaron sobre el impacto en la salud de las personas debido a un colapso ambiental.
Basándose en sus supuestos, encontraron una justificación para un control poblacional equilibrado. En este caso, un país debe tener la misma cantidad de entradas (nacimientos e inmigración) y salidas (muertes y emigración).
La sobrepoblación de esta teoría nunca ocurrió, ya que con el desarrollo económico las familias empezaron a tener menos hijos. Además, como en el caso anterior, no se consideró el aumento de la productividad en la producción de recursos alimentarios.
Reforma de la teoría de la población
La teoría reformista es muy abordada por los teóricos marxistas o socialistas y contra los neomalthusianos. Por lo tanto, también se la conoce como Teoría Anti-Malthusiana.
Para los reformistas, la superpoblación se genera como consecuencia de la pobreza debido al capitalismo, y no como causa de mejores condiciones económicas como defienden los neomalthusianos.
Por ello, los defensores de esta teoría están a favor de programas socioeconómicos que busquen un mejor nivel de vida para las personas más pobres.
Teoría de la transición demográfica
Una de las teorías demográficas más importantes, elaborada en 1929, no está de acuerdo con las teorías anteriores sobre el rápido crecimiento de la población.
La idea, en este caso, se refiere a personas que se trasladan del campo a la ciudad. En estos lugares, las familias podrían tener acceso a mejores condiciones, aumentando la esperanza de vida de la población.
Incluso con el aumento de la esperanza de vida (reducción de las tasas de mortalidad), las personas también comenzarían a concebir menos hijos, lo que también reduciría las tasas de natalidad.
El proceso que defiende esta teoría se desarrolla en diferentes fases, que involucran variaciones en las tasas de natalidad y mortalidad. Vea abajo.
- Fase 1: pre-transición
Fase en la que un país tiene, en su población, altas tasas de natalidad, pero también altas tasas de mortalidad. Este es el caso donde la mayoría de la gente vive en áreas rurales.
Debido a la alta tasa de natalidad, la producción de alimentos se acelera. Por otro lado, la atención médica y el saneamiento básico son escasos, lo que también aumenta la mortalidad.
- Fase 2: Inicio de la transición
En la segunda fase, la atención de la salud y el saneamiento básico mejoran, reduciendo las tasas de mortalidad. Parte de la gente del campo se traslada a las ciudades.
Sin embargo, las tasas de natalidad siguen siendo altas y el resultado es un aumento exponencial de la población.
- Fase 3: fin de la transición
El final de la transición ocurre cuando una buena parte de la población ya se ha trasladado a las ciudades, donde encontró mejores condiciones socioeconómicas y de salud.
Esta es todavía la etapa en la que las tasas de natalidad comienzan a disminuir y el nivel general de la población vuelve a disminuir.
- Fase 4: postransición
En un modelo más moderno de esta teoría, se incluyó una cuarta fase donde las tasas de natalidad y mortalidad son bajas y equivalentes.
Puede que todavía haya una etapa posterior a esta, en la que las tasas de natalidad comiencen a caer por debajo de las tasas de mortalidad, ya que una gran parte de la población opta por tener un número reducido de hijos.
Estas fases o etapas se pueden ver en una representación gráfica como la siguiente imagen: