El comercio de carbono es un sistema para limitar las emisiones de carbono mediante la concesión de permisos a las empresas para emitir una cierta cantidad de dióxido de carbono.
La cantidad de permisos la decide el gobierno, y luego se otorgan los permisos a las empresas según varios criterios (como la cantidad de producción que produce una empresa)
Con los permisos, una empresa puede comprar y vender estos permisos en un mercado abierto. Por ejemplo, si una empresa quisiera emitir más contaminación, podría comprar más permisos. Si redujera sus emisiones contaminantes, podría vender sus permisos excedentes en el mercado.
Beneficios del comercio de carbono
- El argumento es que las empresas son libres de elegir la forma más rentable de cumplir con los requisitos del permiso. Por ejemplo, tienen un incentivo para desarrollar una mejor tecnología que limite las emisiones de carbono. Sin embargo, si el precio de los permisos es bajo, pueden decidir comprar más.
- Reducciones graduales de permisos. La idea del comercio de carbono es que los gobiernos reduzcan gradualmente el número de permisos disponibles de un año a otro. Por lo tanto, las empresas necesitan encontrar cada vez más formas de reducir las emisiones de carbono.
Argumentos en contra del comercio de carbono
- Complejo. Puede resultar complicado decidir cuántos permisos permitir. Por ejemplo, cuando la UE introdujo un sistema de comercio de carbono, en el período inicial de 2005-07 el precio de los permisos de carbono se redujo a cero porque la UE calculó mal el número de permisos. Sin embargo, cualquier esquema tardará un tiempo en ser efectivo.
- La dificultad de medir cuánto contamina realmente una empresa.
- Costos de transacción involucrados en la compra y venta de permisos.
- Problema del polizón. El problema del exceso de emisiones de carbono es un problema mundial. Por lo tanto, debe haber una solución global. Si el comercio de carbono se introduce en un país pero no en otros, puede provocar que la producción se traslade a países sin el esquema. A menudo, los países no inician el comercio de carbono precisamente por temor a que otros países se aprovechen de sus esfuerzos.
- El impuesto al carbono puede ser más simple, transparente y fácil de administrar.
- El comercio de carbono puede tener un mayor impacto en aquellos con bajos ingresos y áreas pobres que tienen menos flexibilidad para cambiar sus estilos de vida.
Alternativas al comercio de carbono
Un impuesto sobre el carbono tiene el mismo efecto de reducir la cantidad y aumenta los ingresos del gobierno.
El comercio de carbono comienza con los permisos de contaminación.
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