Una infancia feliz genera un futuro exitoso. Comprender cómo funciona

Infancia feliz y un futuro exitoso Infancia feliz y un futuro exitoso – Más información

Durante la infancia , el individuo aprende a interpretar los signos del mundo, establece sus conceptos de bien y mal, además de sentar las bases para convertirse en un adulto más o menos seguro. Vivir experiencias positivas desde temprana edad contribuye a que las personas estén más seguras y mejor preparadas para afrontar los retos que impone la vida. Los padres que comprenden esto y ofrecen una infancia más feliz a sus hijos están ayudando a construir un mundo mejor.

¿Por qué la felicidad infantil impacta el éxito en el futuro?

Como mencioné anteriormente, la infancia es la etapa de la vida en la que el individuo está formando su base para comprender qué está bien y qué está mal. Todo lo que ocurre en los primeros años de vida tiende a formar el carácter del individuo. Entonces, ofrecer un ambiente tóxico y dañino a un niño puede resultar en un adulto sin las nociones correctas de cómo actuar en relación con los demás.

Un niño que experimenta situaciones que le causan miedo y aprensión constante difícilmente será alguien solícito y seguro de sus propias competencias. La felicidad y un clima positivo durante la infancia le enseñarán a esta persona a comportarse de manera más asertiva con el resto del mundo. Los adultos que tienen dificultades para establecer relaciones saludables y centrarse en cuestiones profesionales a menudo provienen de un contexto infantil problemático.

¡Hemos preparado una prueba para que USTED descubra lo FELIZ que está!
¡Haga clic aquí y conozca nuestro “Termómetro de la felicidad”!

Menor desarrollo de la inteligencia emocional

La falta de una infancia feliz conduce a la formación de un adulto sin inteligencia emocional desarrollada. La persona no puede lidiar con las emociones, ya que tiene un problema psicológico debilitado por la falta de buenos recuerdos en los primeros años de vida. Un recurso que muchos utilizan cuando se sienten muy tristes e impactados por algo malo es refugiarse en recuerdos especiales, especialmente los de la infancia.

Una persona que no puede acudir a ese refugio seguro, ese momento en el que fue feliz, se vuelve más frágil. En el contexto profesional, puede ser ese individuo que no puede soportar una evaluación de sesgo negativa de sus colegas o del gerente. No afrontar las críticas de forma sana sabotea todo el potencial para mejorar el rendimiento a medio y largo plazo. La tristeza puede enseñar muchas cosas, pero la felicidad, además de enseñar, también fortalece.

Dificultades de aprendizaje y concentración

Otro tema complicado de manejar en la edad adulta y que puede ser consecuencia de una infancia sin momentos de felicidad es la falta de concentración. Cualquiera que haya pasado gran parte de su vida experimentando situaciones malas o desconcertantes, tiende a ser incapaz de concentrarse en lo que realmente es necesario. La persona desarrolla un tipo de pensamiento acelerado, un ritmo de cadena de ideas en el que no se retienen temas.

En consecuencia, esto genera problemas de aprendizaje, algo que hará que este adulto siempre esté detrás de sus compañeros. A medida que pasa el tiempo y el individuo no obtiene resultados satisfactorios en sus esfuerzos, puede frustrarse y convencerse de que no tiene talento. La irritabilidad también es un rasgo de personalidad sorprendente de aquellos que no fueron felices en su infancia.

¿Cómo proporcionar una infancia feliz y saludable a un niño?

Ahora que conoce el papel de una infancia feliz para la generación de adultos alineados con el éxito, es posible que se pregunte cómo hacer más felices los primeros años de su hijo. Vea algunos consejos sobre cómo mejorar la infancia de un niño a continuación.

1 – Mantén una buena relación en casa

Gran parte de la infelicidad infantil se debe a que los padres no pueden entenderse y siempre están discutiendo. Busque formas de hacer que la relación entre adultos sea lo más saludable posible. Los más pequeños tienden a observar la forma en que sus padres se relacionan entre sí y reproducen este modelo a lo largo de su vida.

Entonces, al vivir en un entorno donde no hay respeto entre las personas, puede suceder que este niño se convierta en alguien sin la capacidad de relacionarse bien con el resto del mundo. Si hay un episodio de pelea entre familiares, vale la pena hablar con el pequeño, explicarle lo sucedido de una manera que pueda entender y dejar claro que este comportamiento no debe ser replicado.

2 – Estimular la creatividad de los más pequeños

Una infancia llena de creatividad es una infancia más feliz, anima a tus hijos a leer cómics y libros, disfrutar viendo películas y obras de teatro, entre otras actividades. Recuerde que esta es la etapa en la que el individuo adquiere sus bases de conocimiento sobre el mundo. Darle acceso a contenidos variados le permitirá incrementar su capacidad creativa. Ser imaginativo es una forma de ser más feliz.

3 – Enseña cómo lidiar con la adversidad

Una enseñanza importante para difundir durante la niñez es la forma correcta de aprender a lidiar con la adversidad. Las cosas no siempre salen según lo planeado, el pequeño necesita entender cómo solucionar este problema sin desanimarse. Por ejemplo, si ha llegado el día de la visita habitual al dentista y tu hijo ya se está poniendo tenso, vale la pena hablar con él, explicándole cuánto puede transformar ese miedo en fuerza para seguir persistiendo.

Una estrategia a utilizar en este tipo de situaciones es ofrecer recompensas por acciones positivas. Aunque ir al dentista todavía sea percibido como algo malo por el niño, se puede convertir en algo feliz si después se dio un paseo con la madre o el padre, por ejemplo. La pregunta es cómo lidiar con las adversidades que eventualmente se le presenten.

4 – Permita que su hijo se exprese

Los adultos tienen la costumbre de ocultar sus sentimientos, no dicen que no les gustó algo o que se sienten infelices en una determinada situación. Por lo general, este comportamiento se inicia en la infancia, cuando los padres comienzan a instruir a los pequeños para que no lloren para no mostrar debilidad o ser demasiado educados con otras personas, camuflando que puede que no les agraden.

Permitir que los niños retengan la sinceridad que les es tan peculiar puede ser una forma eficaz de contribuir a su éxito como adultos. La felicidad de poder expresar tus opiniones hará que tu hijo se sienta más seguro, algo fundamental para fortalecerlo en el futuro. Cada vez que necesita reprimir alguna idea o sentimiento, el niño comprende que no está alineado con la asertividad del mundo.

5 – Tómate el tiempo para crear experiencias positivas

Parece que la vida se ha vuelto tan rápida que la gente no tiene tiempo para tener una vida personal. Este ritmo estresante no puede utilizarse como excusa para dejar de dedicar tiempo de calidad a la familia. Vivir situaciones felices, como ir a un parque de diversiones o simplemente ver una película con todos los seres queridos reunidos, fortalece la comprensión familiar del niño y consolida las relaciones interpersonales.

Estos momentos juntos permiten que el niño se convierta en un adulto con más capacidad para establecer y mantener vínculos, incluso en el ámbito profesional. La gente tiende a mantener el patrón de relaciones aprendido en casa. La sensación de tranquilidad de estar junto a otras personas es fundamental para facilitar la convivencia con los compañeros.

6 – Habla abiertamente sobre el bien y el mal

La infancia es la fase de la vida en la que el ser humano busca comprender cómo funciona el mundo y la forma más asertiva de reaccionar ante él. Por ello, en esta etapa es fundamental que los padres tengan la costumbre de mantener un diálogo abierto con los más pequeños sobre cuestiones de bien y de mal. Regañar al niño cuando hace algo malo se vuelve relevante para su felicidad en un contexto en el que aprende a actuar de manera más responsable.

Tener la guía de lo que puede o no puede hacer evita que el niño atraviese malas situaciones en su vida adulta. Es en la infancia cuando las personas memorizan y almacenan en su interior qué comportamientos son aceptados y cuáles no. Alguien que ha pasado por una orientación ineficiente en este sentido, puede convertirse en un profesional con un alto grado de rotación.

7 – Juega con tus hijos

¿Existe un momento más feliz y pertinente para construir buenos recuerdos de la infancia que el de jugar? Ciertamente no, los adultos necesitan apartar parte de su tiempo para dedicarse a actividades recreativas con los niños. Durante los juegos, además de fomentar la sensación de atención en el pequeño, los padres pueden aprovechar para enseñar puntos relevantes para la vida.

Los juegos actúan como momentos para enseñar a respetar diferentes puntos de vista, así como para presentar la diversidad presente en el mundo. Fortalece la formación del carácter de tu hijo en estas actividades a medio y largo plazo. Los niños que juegan con sus padres son más felices y se vuelven adultos con más paciencia para interactuar con los demás.

Rate this post