El ciclo de vida del proyecto es una herramienta de gestión de proyectos que consiste en identificar las fases que se cubrirán entre su concepción y finalización . Las etapas se organizan de forma lógica y secuencial y proporcionan los momentos intermedios para evaluar y ajustar el proyecto.
Dividir el proyecto en fases es importante para monitorear mejor su desarrollo. Con cada avance, se espera que el proyecto experimente reconfiguraciones. El diseño del ciclo de vida del proyecto define los momentos para las evaluaciones del trabajo ya realizado y los cambios de ruta necesarios para lograr los objetivos.
Al planificar el ciclo de vida del proyecto, cada fase debe caracterizarse, mostrando sus particularidades en relación con las otras etapas, sus demandas específicas y las soluciones que deben aplicarse.
El ciclo de vida del proyecto puede ser genérico o muy detallado. En general, debe prever el trabajo técnico que se llevará a cabo en cada fase, que debe presentarse al final de cada etapa y cómo se revisarán y aprobarán estas entregas, además de los sectores involucrados.
Las fases del ciclo de vida del proyecto.
El ciclo de vida del proyecto tiene cuatro pasos básicos: inicio, organización y preparación, ejecución y cierre. Sin embargo, el diseño del ciclo debe ser adaptado al caso específico por el gerente del proyecto.
La división de fases debe considerar la naturaleza de las actividades necesarias para la realización del proyecto, tales como planificación, estudios, negociaciones y ejecución práctica. Cada fase debe corresponder necesariamente a un período en el que el proyecto sufrirá transformaciones. La mala definición de un ciclo, forzando la existencia de más fases, puede crear expectativas de cambios que no ocurrirán y hacer que el proyecto sea más complejo sin necesidad.
Las fases también se pueden subdividir en subfases. En proyectos complejos, que se dividen en subproyectos, generalmente se crea un ciclo diferente para cada división, creando una densa red de subfases interconectadas.
Finalización de cada fase.
Al final de cada etapa del ciclo de vida del proyecto, se espera que presente el trabajo realizado en esa fase. Esta entrega puede ser un informe o un prototipo, por ejemplo.
Normalmente, el resultado presentado debe ser aprobado por superiores y clientes antes de que el proyecto pase a la siguiente fase. Sin embargo, hay casos en los que se produce una superposición, y el siguiente paso comienza antes de la finalización completa de la fase anterior del proyecto.
El resultado presentado al final de cada fase es el punto de partida para análisis, diagnósticos y corrección de errores de manera oportuna, antes de que se apliquen nuevos recursos al proyecto y se garantice un mejor resultado final.