Pregunta de los lectores: durante los próximos 10 años, ¿debería el gobierno hacer un uso mayor o menor de medidas como el precio de las carreteras o los impuestos sobre el combustible para reducir el uso de las carreteras?
En el Reino Unido, el uso de la carretera genera muchos costes externos. Esto incluye mayor contaminación, congestión y accidentes. Por tanto, el coste social de la conducción es mayor que el coste privado. En un mercado libre, esto conduce a un consumo excesivo (la gente ignora los costos externos al decidir si conducir). Esto provoca costos económicos como la pérdida de producción debido a la congestión. Por lo tanto, existe un buen argumento para que los gobiernos intervengan para superar las fallas del mercado.
Diagrama de falla del mercado con externalidad negativa
Un impuesto sobre el combustible reducirá la demanda por el uso del automóvil y hará que la gente pague el costo social. Esto aumenta la eficiencia social y también genera ingresos para el gobierno. Este dinero se puede gastar en subsidiar alternativas al uso del automóvil.
La tarificación vial es aún más precisa para hacer que los automovilistas paguen el costo social. Esto se debe a que con los precios de las carreteras se puede cobrar un impuesto más alto cuando la congestión es peor (hora punta en el centro de las ciudades). El impuesto a la gasolina no distingue entre el uso de la vía que causa congestión.
Sin embargo, existe la preocupación de hacer un mayor uso de los precios de las carreteras y los impuestos al combustible.
En primer lugar, la tarificación vial es difícil de implementar. Requiere altos costos de administración y es difícil de hacer cumplir. También implica una mayor usurpación de la privacidad de las personas.
La demanda de uso de carreteras es inelástica. Por lo tanto, es posible que impuestos más altos no resuelvan el problema. El gobierno debería buscar alternativas.
Los impuestos ya son bastante altos. Los automovilistas argumentan que es posible que ya puedan pagar el costo social. Sin embargo, el costo social es difícil de medir, por ejemplo, puede depender de la gravedad del calentamiento global.
Los precios de las carreteras en los centros de las ciudades pueden provocar pérdidas comerciales en los centros de las ciudades y fomentar las compras fuera de la ciudad. Esto puede generar costos sociales dentro del centro de las ciudades. Depende de si se proporciona transporte alternativo.
Conclusión
La tarificación de las carreteras puede contribuir a superar las fallas del mercado asociadas con el uso de las carreteras. Es la mejor manera de hacer que la gente pague el costo social. Sin embargo, no debe utilizarse de forma aislada. Para reducir de forma eficaz el uso de las carreteras, es necesario ofrecer formas alternativas de transporte. Sin embargo, impuestos más altos crean los fondos necesarios para estas alternativas.
Ver también
- Ventajas de la tarificación vial
- Reducir el impuesto a la gasolina