El modelo de empresa actual no sigue estándares enyesados, donde el gerente delega tareas y los empleados las cumplen, sin poder aportar nuevas ideas, negociar tiempos de entrega o tener ningún tipo de autonomía en el equipo . En este escenario surge el concepto de autogestión, que consiste en la participación democrática de los profesionales.
La flexibilidad de este modelo no implica necesariamente la ausencia de jerarquías, departamentalización y otras técnicas de gestión, que mejoren y optimicen los procesos burocráticos internos de la empresa. Ocurre que solo el uso de estas herramientas de gestión puede generar una infrautilización de tu equipo si no se fomenta la autogestión.
La autogestión viene a romper un paradigma empresarial muy tradicional en el que la toma de decisiones se concentraba solo en unos pocos integrantes de la empresa y generalmente de alto nivel. La idea de autogestión es todo lo contrario, tiene como objetivo incentivar la toma de decisiones en diferentes niveles jerárquicos, diluyendo así el proceso de toma de decisiones dentro de la empresa.
El propósito del modelo es promover la autonomía, la igualdad, distribuir las jerarquías de forma deliberada y disolver algunas burocratizaciones presentes en la empresa. El trabajo colectivo elimina la idea de que alguien se encargue de transmitir las tareas y otra persona las lleve a cabo: los empleados, por consenso, toman las decisiones que mejor ayudan al funcionamiento y la gestión de la organización.
¿Qué es la autogestión?
La autogestión consiste en una cultura organizacional, que busca distribuir la autoridad en la toma de decisiones. En este escenario, es importante tener claro las responsabilidades que tiene cada persona de la empresa y, en consecuencia, la mayor autonomía posible para que esa persona haga cumplir sus responsabilidades.
Cabe señalar que una diferencia notable entre el modelo de autogestión y un modelo de gestión tradicional es que los empleados de la empresa dejan de reportar a un superior, sino que deben seguir un conjunto de reglas y acuerdos previamente definidos, los cuales son pactados colectivamente. Estos acuerdos contribuyen a la formación de una estructura organizativa en la que se explicitan los poderes que cada persona puede ejercer.
Así, la autogestión no implica necesariamente igualdad de autoridad para todos los participantes de la empresa, al contrario, a través de convenios colectivos se aclara cuáles son las responsabilidades de cada uno de los miembros del equipo.
Por otro lado, está el modelo de gestión horizontal. En este caso, de hecho, existe la ausencia de jerarquía, lo que implica igualdad entre los miembros del equipo. Es decir, la autoridad para tomar decisiones es la misma para todos los miembros de la empresa. Aquí, es poco probable que haya puestos de gerentes y directores.
Mitos sobre la autogestión
Debido a que la autogestión rompe algunos paradigmas de la gestión empresarial tradicional, se acompaña de algunos mitos sobre su concepto. A continuación, desmitificaremos algunas frases falsas sobre la autogestión.
No hay líderes en autogestión
El liderazgo en el modelo de autogestión se ve de forma diferente a la tradicional, lo que no implica necesariamente que no existan líderes en las empresas autogestionadas. En este caso, se cree en la fluidez del liderazgo. Es decir, en cada situación habrá una persona que naturalmente se destacará como líder, especialmente influida por sus cualidades personales y profesionales.
Esta idea no es más que un espejo de convivencia social, ya que naturalmente hay personas que se destacan en unas situaciones en detrimento de otras. De esta manera, la autogestión abre más espacio para que todos lideren según cada situación, a diferencia de una organización en un elenco donde solo lideran aquellos en los puestos de gerentes y / o directores.
En la autogestión las decisiones son lentas
La práctica de las empresas autogestionadas demuestra lo contrario de la afirmación anterior. Las decisiones en las organizaciones que adoptan el modelo de autogestión son en realidad más rápidas, ya que no existe un elenco tradicional de poder decisivo dentro de la empresa. Algunas situaciones las resuelve el responsable de una determinada tarea.
Dependiendo del modelo que se adoptó previamente, quizás la solución adoptada dependería de una larga reunión antes de ser aprobada y luego implementada. Cabe mencionar que la autogestión prioriza la toma de decisiones por parte de los individuos, esforzándose por adquirir una experiencia efectiva de esa situación y generando una solución efectiva al problema.
En la autogestión no hay reglas, métricas y estructura
Inicialmente, conviene recordar que la autogestión parte del principio de establecer un convenio colectivo de normas, que recaen sobre todos los participantes de la empresa. Así, no vale decir que una organización autogestionada no tiene reglas, es necesario que el equipo trabaje de acuerdo con los principios y reglas que se han acordado.
En cuanto a la estructura de la empresa, de hecho hay un reencuadre, ya que ya no hay rigidez en cuanto a gerentes y directores, al contrario, hay fluidez de liderazgo acorde con responsabilidades y entregas bien definidas para cada participante.
No se aborrecen las herramientas de gestión relacionadas con las métricas. Incluso si el modelo de gestión es autogestionado, la empresa todavía se preocupa por los resultados. Aún así, existe una mayor inclusión del equipo en las métricas adoptadas por la empresa y una mayor formación de los participantes sobre las mismas, con el fin de facilitar la toma de decisiones de estas personas cuando sea necesario.
Un equipo necesita ser maduro antes de ser autogestionado
El problema aquí no se trata de la madurez del equipo para adoptar la autogestión. Resulta que convertirse en un equipo autogestionado es, en teoría, una elección estratégica hecha por la empresa. El proceso de transición de un modelo de gestión tradicional al modelo de autogestión comenzará al mismo tiempo que el proceso de maduración del equipo.
En la autogestión todos somos iguales
Como expliqué anteriormente, en las empresas autogestionadas lo que realmente sucede es un acuerdo entre todos los miembros del equipo sobre las reglas y tareas que deben seguirse. Incluso con este convenio colectivo de personalización de responsabilidades, puede haber relaciones de autoridad. Sin embargo, lo que sí variará es que las relaciones jerárquicas que se establezcan pueden referirse a las propias tareas.
Otro detalle importante que vale la pena resaltar y que vuelca el argumento de la oración anterior, es que existen roles de liderazgo ejercidos dentro de las empresas que adoptan el modelo de autogestión, siendo, por tanto, un punto más que vuelca la idea expuesta en este tema.
La gente no quiere responsabilidad y autonomía
Basado en un marco de análisis sociocultural, la declaración puede tener cierto nivel de veracidad. Existe una tendencia a que el comportamiento humano transfiera responsabilidades a otros, o incluso a otras organizaciones. Sin embargo, existe una tendencia en la naturaleza humana opuesta a la presentada, a saber, la libertad.
El deseo de libertad también se manifiesta en las personas en el trabajo que realizan. Por tanto, la autonomía dentro de una organización puede ser un valor gratificante para los participantes. Cabe destacar que la suma de responsabilidad con autonomía del empleado que redunda en un buen trabajo debe ser recompensada por la empresa.
Cómo autogestionarse en una empresa
Inicialmente, la adopción del modelo de autogestión consiste en una decisión estratégica que se traducirá en un proceso de transformación de la organización tradicional a este nuevo modelo. Este proceso suele ser gradual y lleva tiempo, no basta con comunicarle al equipo que a partir de ese momento estará facultado para tomar decisiones. El proceso de cambio a la autogestión incluirá varias capacitaciones para que incorpore los principios de autonomía y poder de decisión en sus actividades diarias.
El modelo de autogestión no se limita al número de personas que integran el equipo. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que si la organización tiene muchos participantes, el proceso de transición, así como la implementación y operación, requerirá una estructura que sea capaz de ayudar en la distribución de la autoridad y que sea capaz de brindar agilidad en la toma de decisiones. decisión.
Lógicamente, se puede inferir que cuanto menor sea el número de personas que componen la empresa, más fácil será el proceso de implementación de la autogestión. Claramente, si decide adoptar el modelo de autogestión, será más fácil implementar ese modelo mientras la empresa sea aún más pequeña.
Los pasos que se enumeran a continuación generalmente guían el camino de una organización existente que desea adoptar la autogestión:
- La decisión inicial de implementar la autogestión proviene de una decisión estratégica y, en la mayoría de los casos, proviene de alguien que tiene poder decisivo a nivel organizacional. Si la idea de implementar la autogestión proviene de niveles jerárquicos inferiores, se recomienda que esta persona articule la idea en un nivel institucional superior, para que finalmente sea aprobada;
- Se inicia la transición a la autogestión, luego se inicia un período de formación sobre este modelo y se incentiva a los participantes a tener una mayor autonomía en los procesos de toma de decisiones. También puede existir la contratación de consultores especializados en esta área que sean capaces de asistir efectivamente en la estructuración de este modelo;
- Poco a poco, comienzan los cambios prácticos en la rutina de la empresa, siendo una construcción diaria de los involucrados.
- Con el tiempo, la idea de autogestión se hace efectiva y se convierte en la cultura organizacional de la empresa.
Estructuras de organizaciones autogestionadas
El autor Frederic Laloux, en su libro “Reinventar las organizaciones”, advirtió 3 (tres) tipos de estructuras que permiten implementar el modelo de autogestión, incluso en el caso de grandes empresas a nivel global. De hecho, estas tres estructuras fueron descritas por Laloux después de observar la vida cotidiana práctica de las empresas autogestionadas. Son ellas:
- Equipos Autónomos Paralelos: varios equipos de pocos integrantes operan en paralelo y es factible cuando las responsabilidades diluidas entre estos equipos no son de gran valor;
- Red de Acuerdos Individuales: los individuos establecen entre sí acuerdos de entrega y plazos, no es necesario conformar equipos de trabajo;
- Círculos Anidados: hay una gran especialización dentro de la empresa, pero en cuanto a los trabajos a realizar, lo que puede implicar jerarquías laborales, pero no personas y puestos.
Ventajas de implementar la autogestión en la empresa
Al estipular que la toma de decisiones se produce por consenso, el concepto de autogestión aporta, además de la inteligencia colectiva, otros beneficios, como:
- Promueve el liderazgo de todos los profesionales, ya que la empresa necesita trabajar en conjunto para lograr sus objetivos;
- Fomenta el consenso, ya que todos los empleados deben estar de acuerdo con una decisión;
- Democratiza los procesos de la organización;
- Permite que todos los empleados tengan acceso a la información y actividades de la empresa;
- Estimula el compromiso del equipo con la empresa;
- Exige que los profesionales trabajen y tomen decisiones que resulten en el desarrollo de la organización;
- Fomenta y humaniza las relaciones interpersonales de los empleados involucrados;
- El colaborador desarrolla su trabajo con el fin de superar sus metas personales y entregar resultados que ayuden al colectivo de la empresa;
- El hecho de que la organización funcione de manera colectiva, hace que el profesional tenga más responsabilidades y más motivación;
- Los objetivos y necesidades del profesional son percibidos por la empresa de forma colectiva, y todos trabajan para cumplirlos;
- Tomar decisiones colectivamente permite a los empleados comprender sus cualidades y límites, identificando sus puntos de mejora;
- Hace que la empresa sea más resistente a los cambios que ocurren a su alrededor, ya sea por demandas del mercado o internas, porque las decisiones se toman con mayor rapidez;
- Genera autonomía en el desarrollo de las actividades de la empresa.
Quizás el mayor desafío de la autogestión radique en su implementación. Este proceso demanda tiempo y energía por parte de los miembros del equipo, ya que habrá un cambio en la cultura organizacional de la empresa. Por lo general, el equipo está acostumbrado a trabajar a través de la cadena de mando, cambiando las órdenes que se deben seguir, por lo que este cambio de comportamiento requiere tiempo y estímulo para que el equipo sea más proactivo de alguna manera.
Implementar la autogestión es un proceso que requiere consenso entre todos los miembros de la organización, y el compromiso del equipo es fundamental para que tanto el modelo como la empresa generen resultados y logren el éxito deseado. El coaching cuenta con herramientas que promueven pautas para las empresas y sus empleados, ya que la metodología identifica y trabaja las fortalezas y puntos de mejora, desarrolla habilidades y habilidades y promueve el logro de resultados extraordinarios.