Análisis de riesgos financieros.

El análisis de riesgos financieros consiste en la evaluación de incertidumbres relacionadas con las operaciones financieras de una empresa, que incluyen desde la gestión del flujo de efectivo hasta la asignación de recursos en inversiones.

El propósito del análisis de riesgo financiero es ayudar a la toma de decisiones del gerente de la compañía para evitar riesgos no deseados o crear planes para minimizar su impacto en las cuentas de la compañía.

En el análisis de riesgos financieros, las incertidumbres se miden evaluando la probabilidad de que ocurra un determinado evento , utilizando métodos contables y estadísticos.

¿Qué son los riesgos financieros?

Los riesgos financieros están relacionados con las operaciones financieras de una organización. Incluyen riesgos derivados de una mala gestión del flujo de caja y riesgos relacionados con rendimientos inferiores a los esperados de las transacciones e inversiones financieras. Entre las posibles causas de estos riesgos podemos mencionar:

  • Inadecuada administración financiera
  • Alto endeudamiento
  • Exposición a cambios o variaciones de tasas de interés
  • Operaciones de mercado o inversiones con un alto grado de incertidumbre sobre sus retornos.
  • Baja calidad de la información que guía la toma de decisiones.

El riesgo financiero puede dividirse en riesgo de mercado, riesgo de crédito, riesgo de liquidez y riesgo operativo .

Riesgos de mercado

Estos son los riesgos causados ​​por posibles fluctuaciones en los precios y cotizaciones. Es el riesgo al que, por ejemplo, un industrial importa sus insumos, paga en dólares, pero vende el producto final en el mercado nacional. Este empresario puede sufrir pérdidas, por ejemplo, en caso de una fuerte caída en la cotización en la moneda local, lo que puede afectar su capacidad de pagar a sus proveedores.

Riesgo crediticio

Estos son los riesgos relacionados con la posibilidad de que el acreedor no reciba dinero debido a él o que el pago se haga con retraso.

El ejemplo más común es el de los bancos que prestan dinero o financian a sus clientes. Estos consumidores generalmente son evaluados por adelantado de acuerdo con el riesgo de no pagar lo que deben. Los riesgos más altos a menudo se compensan con tasas de interés más altas.

Además de los bancos, este riesgo también afecta a las industrias, empresas y otras empresas que venden a crédito. Una pequeña distribución que recibe a través de los recibos, por ejemplo, está expuesta al riesgo de que el comprador de sus productos no pague los bienes después de la recepción.

Riesgos de liquidez

El riesgo de liquidez corresponde a la posibilidad de que la empresa no pueda cumplir con sus compromisos. Una de las posibles causas es la mala gestión del flujo de caja.

Las cuentas con plazos que no coinciden con los pronósticos de entrada de efectivo, por ejemplo, pueden hacer que la empresa no tenga el dinero para pagar lo que debe cuando vence.

Riesgos operacionales

El riesgo operativo corresponde a las pérdidas generadas por fallas causadas, por ejemplo, por empleados, procesos, sistemas y eventos externos que afectan las operaciones de la compañía. Este es el caso de defectos en los equipos, el uso de sistemas informáticos obsoletos y la baja calificación de los empleados .

Este es uno de los riesgos más difíciles de medir objetivamente. Poder calcularlo de manera confiable depende de que la compañía haya creado una buena base de datos con el registro de fallas de esta naturaleza.

¿Cómo se realiza el análisis de riesgo financiero?

El análisis del riesgo financiero se realiza calculando su efecto potencial. Corresponde al grado de exposición de la empresa a ese riesgo específico.

Este cálculo, sin embargo, no es simple. Debe considerar, por ejemplo, que un riesgo dado puede tener un efecto en cadena. Por lo tanto, una máquina que se rompe no solo genera el daño de la reparación, sino que también causa pérdidas debido a la interrupción en la producción, lo que puede provocar demoras en la entrega de pedidos que, a su vez, afectan la imagen de la empresa ante sus clientes.

El método más simple para calcular el efecto potencial de un riesgo combina la probabilidad de que ocurra con las pérdidas financieras que puede generar. Otras metodologías también incluyen la posibilidad de detectar el riesgo de manera oportuna para tomar medidas preventivas o correctivas.

La medición del grado de exposición al riesgo de la empresa se realiza de forma cuantitativa. En el caso de eventos con consecuencias solo en un área, la estimación del efecto potencial se puede hacer multiplicando la probabilidad de ocurrencia con el cálculo aproximado de la pérdida financiera que podría generar.

Esta comparación puede generar un gráfico de tipo de función, que muestra qué riesgos son tolerables y cuáles ponen en peligro la salud financiera de una empresa. La toma de decisiones generalmente se realiza considerando también la proyección de escenarios sobre las tendencias del mercado y las variables macroeconómicas y financieras.

¿Qué puede hacer la empresa cuando identifica un riesgo?

Al darse cuenta de los riesgos financieros a los que está expuesta, la empresa puede decidir evitarlo o asumirlo, pudiendo tomar las medidas necesarias para minimizar o cancelar los efectos adversos. Las opciones de tratamiento después de la identificación y análisis de un riesgo financiero son:

Evitar el riesgo

La empresa no puede entrar en la situación que genera este riesgo o decidir retirarse de él, por ejemplo, deshacerse de una inversión.

Aceptar el riesgo y retenerlo

La empresa toma el riesgo tal como se presenta. Por ejemplo, aunque sepa que su flota de vehículos está obsoleta, decide no renovarla ahora, considerando que el riesgo que representa es tolerable.

Aceptar el riesgo y reducirlo

La compañía toma medidas para minimizar la posibilidad de problemas. Si existe un alto riesgo de robos, por ejemplo, la compañía puede optar por comprar un sistema electrónico de alarma y vigilancia, reduciendo las posibilidades de que ocurra el evento. En el caso de las inversiones, la empresa también puede optar por protegerlas a través de una operación de cobertura .

Acepta el riesgo y transfiérelo o compártelo

En este caso, la empresa reconoce el riesgo, pero transfiere sus posibles consecuencias a un tercero. El ejemplo más simple es contratar un seguro para indemnizarlo en caso de que ocurra el riesgo.

Acepta el riesgo y explótalo

En este caso, la empresa no solo conoce los riesgos a los que está expuesta, sino que también aumenta su grado de exposición. Este es el caso de las inversiones agresivas en el mercado financiero, que tienen ganancias potenciales proporcionales a los riesgos inherentes.

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