La recuperación de crédito es un proceso llevado a cabo por empresas especializadas en la búsqueda del reembolso de la deuda negativa.
Lo que hacen muchas de estas empresas es adquirir (comprar) las deudas que pertenecen a bancos u otros tipos de instituciones financieras y de crédito.
Con la deuda de la empresa, el proceso se convierte en la recuperación del crédito vencido. Debido a que están especializados en el tema, pueden ofrecer medios a los deudores para que puedan pagar más fácilmente, como en cuotas o renegociaciones.
Las compañías de recuperación de crédito operan con deudas negativas, en las cuales el consumidor de crédito es el “nombre sucio”. Negociar deudas con estas compañías es una de las formas de poder limpiar su nombre y recuperar el acceso al crédito.
Diferencia entre cobranza y recuperación de crédito
La facturación normalmente se diferencia de la recuperación de crédito. Si bien la recuperación de la deuda ya se negocia a través de una sucursal, la recaudación la realiza directamente la empresa acreedora.
Al no pagar una deuda, e inmediatamente después del plazo de pago, el cobro ya se puede hacer con el contacto hecho por la empresa acreedora al deudor. Esto puede suceder antes o después de que la deuda sea negativa.
La recuperación de crédito es más avanzada y se lleva a cabo en períodos posteriores al inicio del incumplimiento, donde la posibilidad de recibirlo a través de la cobranza es mucho menor.
Además, la recuperación logra profundizar en el cobro del deudor. En la forma judicial, el crédito se recauda a través del poder judicial, mientras que en la forma extrajudicial , las negociaciones aún se llevan a cabo con el deudor.